Internet lleva con nosotros ya cerca de 25 años, y se podría decir que la red nos acompaña prácticamente hasta lo más alto de las montañas, y aún persisten las dudas sobre si es conveniente impulsar una presencia online para nuestro negocio.

La realidad es que la conveniencia de que nuestra peluquería, centro de estética o spa deba aparecer en internet es indiscutible; en un mundo completamente conectado ya no podemos permitirnos el lujo de dejar que nuestra clientela sea la que vea nuestro local mientras pasea.

Sin embargo, el cómo, el por qué y el cuánto son preguntas legítimas que todavía requieren explicación y respuesta, y que no aplican igual según el tipo de establecimiento que sea.

Normalmente, todavía aparece muy destacada la idea de tener una página web, como la gran referencia de internet que es. Sus costos son algo elevados pero hacen lucir de lo lindo un proyecto empresarial si el resultado es bueno. Pero, ¿es adecuado para mí tener una web para mi centro de estética?

Lo cierto es que una web es fundamental para cualquier empresa grande, y por ejemplo, funciona a las mil maravillas para cualquier negocio que tenga diversas sucursales y quiera centralizar la información sobre todas ellas, y ofrecer al usuario un canal donde pueda decidir cuál le conviene más, cual le queda más cerca de casa o del trabajo, por ejemplo.

Pero si no somos una empresa grande, será difícil que una web nos de la visibilidad online que deseamos, y es muy probable que la página se pierda en el océano de páginas web que existe; que sea una entre un millón.

Por ello, en la mayoría de casos de peluquerías, por ejemplo, la mejor opción será apostar por las redes sociales y las aplicaciones de geolocalización. No sólo su uso es mucho más barato y su desarrollo mucho más sencillo, sino que nos permitirá tener más visibilidad y hacer nuestro márqueting más eficiente.

En Facebook podemos ofrecer al cliente potencial toda nuestra información básica, como localización, horarios, precios y servicios, y podremos comunicarnos con los seguidores a través de mensajes públicos, que podemos aprovechar, por ejemplo, para lanzar ofertas. Estas ofertas se podrán promocionar, además, a partir de precios muy pequeños, como 5 euros. Esto nos permitirá llegar a un público más amplio, puesto que podemos seleccionar qué tipo de cliente nos interesa: Su edad, sexo, donde vive, gustos, etcétera. Así, podemos hacer nuestra promoción mucho más eficiente.

Esto mismo ocurre para otras plataformas como Instagram o Twitter, pero allí cabe alertar que sus menús son menos completos e intuitivos, menos pensado para hacer de suerte de página web.

Será fundamental la apuesta por la geolocalización; aplicaciones donde el usuario puede ver sobre un mapa qué negocios y servicios tiene a su alrededor. Si tenemos una peluquería, si un cliente potencial necesita un corte de pelo y no sabe a dónde ir, podrá buscar la opción “peluquería” en aplicaciones como Foursquare o Yelp, o incluso Google Maps, y le resultará muchísimo más sencillo encontrarnos, ya con la ubicación exacta de nuestro local. Podemos cumplimentar el formulario con nuestros horarios, para que el usuario sepa si en ese momento tenemos abierto, o precios y servicios, actuando también como una valiosísima fuente de información.

Foursquare, por ejemplo, permite a los propios usuarios introducir la información de locales aun sin ser los propietarios, y nosotros, si vemos que nuestro negocio ya aparece en la plataforma, sólo deberemos “reclamar” la propiedad con un trámite sencillo. ¡Todo facilidades! Incluso este tipo de aplicaciones suelen permitir canalizar ofertas y promociones a través de las mismas, lo que nos permite multiplicar nuestros canales de márqueting e incluso ganar visibilidad dentro de la propia plataforma.

La combinación de la presencia en redes sociales y las campañas de email márqueting nos dará la posibilidad de focalizar en nuestra estratégia de promoción, saber contactar nuestro público ofreciendo información que sea relevante y además hacerles llegar las promociones que sean de su interés o las novedades en tratamientos, productos innovadores o tendéncias que capten su atención. Para conseguir la máxima efectividad en las campañas de email márqueting es imprescindible poder segmentar, es decir, definir, a quién se le envian las campañas según sus intereses, sus patrones de consumo (qué tratamientos se hacen habitualmente, cada cuanto vienen, qué productos consumen…) para que les lleguen la campañas que realmente les interesen y les impulse a venir.

En definitiva, si bien todas las herramientas son útiles para darnos a conocer o ampliar nuestra clientela, debemos entender en qué categoría nos encontramos como negocio para así elegir la opción más adecuada y eficiente para nosotros y para nuestro bolsillo, además de aprovechar herramientas optimizen nuestros esfuerzos y nos ayuden a llegar a nuestros clientes.